Título original: 12 Angry Men
Director: Sidney Lumet
Guionistas: Reginald Rose
Director de fotografía: Boris Kaufman
Montaje: Carl Lerner
Música: Kenyon Hopkins
Intérpretes: Henry Fonda, Lee J. Cobb, Martin Balsam, E.G. Marshall
imdb
Director: Sidney Lumet
Guionistas: Reginald Rose
Director de fotografía: Boris Kaufman
Montaje: Carl Lerner
Música: Kenyon Hopkins
Intérpretes: Henry Fonda, Lee J. Cobb, Martin Balsam, E.G. Marshall
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"12 hombres sin piedad" (título ligeramente desacertado para el original "12 hombres enfadados") es una película sorprendente. El argumento parte de un planteamiento arriesgado: la deliveración de un jurado acerca de un juicio que presenta (aparentemente) pocas dudas.
La insistencia de uno de los jurados (interpretado por Henry Fonda) en que le dediquen al menos un poco de tiempo antes de tomar la decisión definitiva hará que vayan surgiendo, poco a poco, ciertas dudas en un caso que era, a priori, evidente.
La insistencia de uno de los jurados (interpretado por Henry Fonda) en que le dediquen al menos un poco de tiempo antes de tomar la decisión definitiva hará que vayan surgiendo, poco a poco, ciertas dudas en un caso que era, a priori, evidente.
Sidney Lumet era uno de los directores representantes de lo que se llamó la "generación de la televisión". Debutó con esta película que, según dicen, había planificado ya otro miembro de esa generación, Franklin J. Schaffner (director de "El planeta de los simios").
Aunque había sido bastante olvidado, a pesar de haber conseguido notoriedad en los setenta por películas como "Serpico" o "Tarde de perros", en 2007 sorprendió con "Antes que el diablo sepa que has muerto".
Aunque había sido bastante olvidado, a pesar de haber conseguido notoriedad en los setenta por películas como "Serpico" o "Tarde de perros", en 2007 sorprendió con "Antes que el diablo sepa que has muerto".
"12 hombres sin piedad" no oculta su origen teatral (origen de muchos de los fracasos al convertir obras de teatro en películas) sinó que hace hincapié en él. De hecho, la única diferencia entre estos "12 hombres sin piedad" y la versión teatral es que aquí el director puede "fijar" nuestra atención en lo que considera más importante.
Resulta inevitable hablar de la genialidad del guión de Reginald Rose, adaptando su propia obra de teatro. La forma en que consigue ir aumentando la tensión, tanto en la sala donde está reunido el jurado como en el espectador, resulta magistral. También como los prejuicios e intereses ocultos van revelándose poco a poco.
Y ciertamente la dirección de Lumet es perfecta, sin pretender inventar nada, se "limita" a filmar de la forma más eficiente el guión, consiguiendo transmitir completamente las emociones que surgen durante el debate de los jurados.
Resulta inevitable hablar de la genialidad del guión de Reginald Rose, adaptando su propia obra de teatro. La forma en que consigue ir aumentando la tensión, tanto en la sala donde está reunido el jurado como en el espectador, resulta magistral. También como los prejuicios e intereses ocultos van revelándose poco a poco.
Y ciertamente la dirección de Lumet es perfecta, sin pretender inventar nada, se "limita" a filmar de la forma más eficiente el guión, consiguiendo transmitir completamente las emociones que surgen durante el debate de los jurados.
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