La posesión de Emma Evans (2010)

Titulo original: La posesión de Emma Evans
Director: Manuel Carballo
Guion: David Muñoz
Director de fotografía: Javier Salmones
Musica: Zacarías M. de la Riva
Interpretes: Sophie Vavasseur, Doug Bradley, Stephen Billington, Jo-Anne Stockham
imdb

Barcelona continúa siendo uno de los centros del terror europeo gracias a Filmax, y descubriendo nuevos talentos. Paralelamente al declive de la creatividad de la industria hollywoodiense, nuevas formas de aterrorizar nos llegaron a finales de los noventa desde Asia, y más tarde desde Barcelona y Francia.

El título original del proyecto era "Exorcismus", demasidado pretencioso, pero que la película conserva para los paises anglosajones. "La posesión de Emma Evans" es un título mucho más convencional pero también más adecuado. Pues lo interesante o novedoso de esta película es que intenta dar un enfoque realista o costumbrista al desarrollo de los hechos. Ello explica el uso recurrente de la cámara en mano, así como la textura de la fotografía. Casi podría decirse que se trata de un cruce de "Cuarto Milenio" con "Eastenders", aunque en el ambiente de las familias acomodadas de los "suburbios" que tanto gusta en las producciones Filmax ("Darkness", "El segundo nombre", etc.).

La película sigue a Emma Evans, adolescente británica cuyos padres obligan a estudiar en casa. Sus ansias de rebelarse, así como ciertos intereses provocaran que se desencadenen los hechos de los que seremos testigos. El tío de la joven, cura católico, con experiencia en estas lides, intentará ayudar a la joven.

Aunque se trate de forma superficial, se mencionan las diferencias existentes entre católicos y protestantes (anglicanos) en todo lo referente a las posesiones y cómo afrontarlas.

Una apuesta interesante por renovar un género en actual auge (está a punto de estrenarse "El rito", con Anthony Hopkins) pero que, con escasas excepciones, se limita a repetir los esquemas de "El exorcista". Por ejemplo, en las escenas de los exorcismos no se ha repetida la fórmula repetida mil veces desde los tiempos de "El exorcista" de la víctima de la posesión en su cama. En el aspecto reiterativo cabría preguntarse por qué todas las víctimas de posesiones son chicas adolescentes.