23 (1998)

Título original: 23. Nichts ist so wie es scheint
Director: Hans-Christian Schmid
Guionistas: Michael Dierking, Michael Gutmann, Hans-Christian Schmid
Montaje: Hansjörg Weißbrich
Director de fotografía: Klaus Eichhammer
Música: Enjott Schneider
Intérpretes: August Diehl, Fabian Busch, Dieter Landuris
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Es curioso que existan dos peliculas con el número 23 en su título. Ello dice bastaten del poder simbólico de este número. La más conocida es la pelicula de Joel Schumacher de 2007 con Jim Carrey, que lleva por título "El numero 23" (The Number 23).

Pero existe una pelicula alemana, de 1998, cuyo titulo completo es "23. Nichts ist so wie es scheint" ("23. Nada es lo que parece"). Curiosamente, esta película escasamente conocida fuera de su pais, tiene ahora una vigencia inusitada por diversos de los temas que toca.

23 está basada en la historia real de Karl Koch.

Cuenta la historia de dos hackers que viven obsesionados por sus teorias conspiranoicas acerca de sociedades secretas y los Illuminati; sí, los de "Ángeles y demonios" de Dan Brown (editado dos años después del estreno de la película).

Influenciados por sucesos de la época, como el asesinato de Olof Palme, se verán involucrados en un caso de espionaje, al pasar informacion a agentes soviéticos de la RDA.

La tensión producida por la situación, y por hallarse entre las presiones de los espías soviéticos por obtener más información, y la presión policial sobre los hackers, llevara a Koch a un estado de paranoia y un consumo de cocaina creciente.

La historia aprovecha para introducir elementos históricos relevantes, como el mencionado asesianto de Palme, la guerra que enfrentó a la Libia de Gaddafi con los EEUU, o la tragedia de Chernobyl... Efectivamente, esta película de 1998 trata dos de los temas de mayor actualidad en 2011: las "relaciones" del dictador libio Muammar Gaddafi con Occidente; y los peligros de la energía nuclear.

Además se nos presenta la historia de los inicios del movimiento hacker. Y ya anticipa el debate surgido en 2010, tras la filtración de los "cables" de la diplomacia norteamericana por Wikileaks, acerca del valor de la información y de la necesidad de que la información esté disponible para el público. De hecho, por momentos, resulta difícil de creer que la película se rodase, doce años atrás.

Como obra cinematográfica, se trata de una película realizada con gran competencia y solvencia, con buenas interpretaciones y dirección, y efectividad técnica, pero cuyo mayor valor reside, como ya hemos comentado, en la anticipación.