lunes, 28 de junio de 2010

El secreto de sus ojos (2009)

Título original: El secreto de sus ojos
Director: Juan José Campanella
Guión: Juan José Campanella y Eduardo Sacheri, sobre la novela
de este último "La pregunta de sus ojos"
Director de fotografía: Félix Monti
Montaje: Juan José Campanella
Música: Federico Jusid y Emilio Kauderer
Interprétes: Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Javier Godino, Pablo Rago
imdb




El cine policíaco es uno de los pocos géneros que nos reconforta últimamente. Interesantes muestras en los últimos años como "La ragazza del lago" (2007) (Italia), "In the electric mist" (2009) (USA/Francia) o "A little trip to heaven" (USA/Islandia) demuestran que es de los pocos géneros que sigue vivo.


Desde Argentina nos han llegado numerosas muestras de este género, con Ricardo Darín tenemos "Nueve reinas" y "El aura". "El secreto de sus ojos" supera a estas por su profundidad dramática. Y aunque algunas soluciones argumentales resulten bastante efectistas, "El secreto de sus ojos" se muestra como una película que te mantiene atrapado.


Magníficas interpretaciones para un guión que combina perfectamente la parte policíaca con los fragmentos sentimentales. Personajes genialmente perfilados, con ecos de "Lo que queda del día (The Remains of the Day)" (1993).

Una película muy recomendable que no defraudará a los apasionados del cine policiaco.

Sin que sirva de precedente voy a transcribir a continuación un fragmento del guión de la película sobre el que cualquier palabra sería poco:

INT. BAR DEL BAJO- DIA
Sandoval está allí, en una mesa grande, con todas las cartas de Gómez desplegadas. Espósito entra hecho una furia y se le acerca.
ESPOSITO: Ya no sólo te rajás para mamarte, también te robás las pruebas.
Sandoval lo estudia. En toda la escena, pendula entre el ademán un poco turbio del alcohol y una serena seguridad.
SANDOVAL: Tranquilo, Benja. Todo bajo control.
ESPOSITO: (mientras le saca las cartas) Mirá si Irene llegaba a querer ver el expedien…
SANDOVAL: (le pega un chirlo en la mano) ¡Suelte, carajo!
ESPOSITO: ¡Dejate de joder y vamos!
SANDOVAL: ¿Sabés por qué tardamos tanto, Benjamin? Porque somos dos boludos. Bueno, en realidad vos sos más boludo que yo. Porque como no te gusta el whisky, no venís a lugares como este, y te perdés la amistad de estos…(ve a los borrachos y se ríe solo) Mirá. (lee de su bloc de notas) 12 cartas, 31 folios, 6 nombres propios, 5 trab…. Esto ya te lo leí.
ESPOSITO: Vámonos, boludo.
SANDOVAL: Sabés que yo venía pensando qué cosa este tipo, que no haya nada, que se nos haya hecho humo así. Y se me ocurrió pensar en los tipos, pero en todos los tipos, no sé si me entendés. No en este tipo. En todos los…
ESPOSITO: Los tipos. Sí, dale.
SANDOVAL: En “EL” tipo. El tipo puede hacer cualquier cosa para ser distinto. Pero hay una cosa que no puede cambiar. Ni vos, ni yo. Nadie. Mirame a mi: tengo un buen trabajo, una mina que me quiere, todavía soy joven y como vos decís me arruino la vida en tugurios
como este… Vos mismo me lo preguntaste. ¿Por qué lo hacés? (lo mira fijo) Porque me apasiona. Venir acá, ponerme en pedo y cagarme a trompadas si me hinchan las pelotas. Me gusta. (apura el vaso) Y vos lo mismo, Benja, lo mismo. Oíme, Irene está más casada que la vieja de los Campanelli, tiene treinta y siete revistas de trajes de novia en el escritorio, se comprometió con fiesta y todo… Y vos seguís esperando un milagro. ¿Por qué? (Hace una pasua. Espósito lo mira curioso: algo hay. Sandoval se para y va hacia el borracho 2) Vení. (Espósito lo sigue) Te presento al Escribano Andretta. Atenti, escribano en serio. Es mi asesor técnico.
ESCRIBANO: Le doy mi tarjeta.
(trata de sacar una tarjeta, pero no puede)
SANDOVAL: Primera carta de nuestro amigo Gómez. (lee) “Te juro que con lo que llovió quedé peor que Oleniak la vez aquella”
(mirada al escribano)
ESCRIBANO: Juan Carlos Oleniak. Debuta en Racing en el 60, pasa a Argentinos en el 62 y vuelve en el 63. Un número 9 un poco torpe. En un clásico con San Lorenzo le metieron un empujón y lo tiraron al foso. Salió empapado, Pasó a Chile y se retiró en San Martín de Mendoza.
SANDOVAL: Al Escribano le dicen Platóm porque vive de la Academia.
Sandoval lo mira a Espósito como si acabase de demostrar un teorema. Después echa mano a otra carta.
SANDOVAL: “Ya te voy a traer, vieja. Y vamos a hacer flor de yunta. No es lo mismo Anido que Anido con Mesías”.
ESCRIBANO: Anido y Mesías. Backs del Racing Campeón del ‘61. Negri al arco. Anido y Mesías. Blanco, Peano y Sacchi. Corbatta, Pizzuti, Mansilla, Sosa y Belén.
SANDOVAL: “Quedate tranquila vieja, en eso soy como Manfredini y no como Bavastro”. Escribano…
ESCRIBANO: (entrecierra los ojos para rememorar) Pedro Waldemar Manfredini. Comprado por dos pesos a los mendocinos en 1958, se convirtió en uno de los delanteros más apreciados
de su tiempo. Julio Bavastro, puntero derecho en el 62 y 63, jugo dos partidos si entrar en el score.
SANDOVAL: Cito: “Yo no quiero terminar como Sánchez”.
ESCRIBANO: Seguro se refiere al guardameta Ataulfo Sánchez. Eterno suplente del gran Negri, apenas jugo 17 partidos entre el 57 y el 61.
SANDOVAL: Escribano, ¿para usted Racing qué es?
ESCRIBANO: Una pasión, querido.
SANDOVAL: ¿Por más que haga cinco años que no sale campeón?
ESCRIBANO: Una pasión es una pasión.
SANDOVAL: Aunque puedan pasar otros cinco años…
ESCRIBANO: (se ríe) Dejá de chupar, boludo.
Sandoval mira a Espósito con suficiencia, vaso en mano, y se va acercando a él.
SANDOVAL: ¿Entendés, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo. Puede cambiar de cara, de casa, documento, de trabajo, de vida, de amigos, de familia. Pero hay una cosa que el tipo no puede cambiar… No puede cambiar de pasión.

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...