Guión: Roberto Orci, Alex Kurtzman
Intérpretes: Chris Pine, Zachary Quinto, Zoe Saldana, Eric Bana y Leonard Nimoy
imdb
Cuando George Lucas preparaba su Episodio I de la saga Star Wars seguramente soñaba en unir la leyenda de los personajes originales con un nuevo espíritu de aventuras; conjugar la tradición con los nuevos tiempos; y, algo que cada vez parece más difícil, aprovechar las posibilidades de los efectos especiales actuales para conseguir un espectáculo total sin que la historia quedase totalmente desvirtuada por ello. Desgraciadamente, no lo consiguó, y la trilogía de Star Wars pasará a la historia del cine como uno de sus mayores fiascos.
J.J. Abrams ha conseguido todos esos objetivos con su revisión de Star Trek. Como trekkie de baja intensidad debo decir que este Star Trek es totalmente respetuoso con la tradición trekkie. Los guionistas se permiten ciertas licencias (la juventud rebelde de James Kirk, esa relación amorosa nunca antes mostrada...) pero que no suponen ninguna traición al espíritu de la serie original.
Estamos ante un gran espectáculo, un entretenimiento total. Sí, es una space opera, pero una space opera que emociona, donde se nos cuenta como se conocieron la tripulación de Star Trek. Las peculiaridades por las que conocemos a cada uno de ellos están aquí, pero todo mezclado con un toque hawksiano en el tratamiento del grupo enfrentado a un gran peligro.
En la historia de Star Trek, debemos diferenciar muy claramente, la serie original (recordemos, de 1966); La Nueva Generación; y las películas. En la serie original, seguramente obligados por la limitación ecónomica y de recursos, los paisajes eran casi siempre planetas de todo tipo, y el argumento giraba en torno a algún conflicto que la tripulación de la nave debía solucionar en aquel planeta o en la propia nave. Cuando llega al cine (Star Trek. The Movie 1979), y siguiendo la estela de Star Wars, la trama se traslada al espacio y los conflictos ahora ya son con otras naves e incluso la integridad de algún planeta puede hallarse en peligro. Evidentemente, este Star Trek de 2009 sigue el género de la saga cinematográfica.
La resolución de los conflictos, a diferencia de Star Wars, ya no depende del resultado de una gran batalla o de un duelo entre seres sobrehumanos (entiéndase Jedis) sinó en manos de seres humanos, de grandes aptitudes sí, pero humanos (recordemos la simbólica renuncia de Spock a su lado vulvaniano). Esta película es totalmente respetuosa con esta característica de la serie, y ello es lo que hace que los trekkies puedan enamorarse de ella. Pero al mismo tiempo es un super espectáculo que gustará a todos los amantes de la aventura y de las películas del espacio.
La resolución de los conflictos, a diferencia de Star Wars, ya no depende del resultado de una gran batalla o de un duelo entre seres sobrehumanos (entiéndase Jedis) sinó en manos de seres humanos, de grandes aptitudes sí, pero humanos (recordemos la simbólica renuncia de Spock a su lado vulvaniano). Esta película es totalmente respetuosa con esta característica de la serie, y ello es lo que hace que los trekkies puedan enamorarse de ella. Pero al mismo tiempo es un super espectáculo que gustará a todos los amantes de la aventura y de las películas del espacio.
Pero la aportación más revolucionaria de esta entrega es la emoción. Tal vez por primera vez en la historia de Star Trek se consigue transmitir sentimientos (más allá de la simpatía que hayan podido transmitir los personajes desde la serie original). Se intentó con la muerte y resurrección de Spock en La ira de Khan y En busca de Spock, respectivamente, pero nunca una película de la serie había sido capaz de emocionar como ésta. Las historias familiares, relaciones amorosas y amistad (tal vez lo único que habíamos visto antes en Star Trek) consiguen conmovernos y, por tanto, hacernos más participes de las desventuras de los tripulantes del Enterprise.
J.J. Abrams ha revolucionó la televisión con Lost; ahora ha demostrado que puede hacer lo propio con una saga donde todo parecía dicho ya, como Star Trek.
Gene Roddenberry, creador de Star Trek, estaría orgulloso de su trabajo.
3 comentarios:
imbólica renuncia de Spock a su lado vulvaniano. Machista! Primero renuncia a ser vulcano y ahora esto. Que maneras!
Com a Lost-addict, és impossible una absoluta neutralitat. Valgui com a crítica positiva!I si ho hagués agafat en James cameron??
En el seu moment el James Cameron ja va reinterpretar molt encertadament Alien: quan tothom esperava una segona part també de terror, va convertir-la en una cinta d'acció futurista.
De totes maneres, James Cameron, des de Terminator 2, no ha fet res interessant.
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