Director: M. Night Shyamalan
Guión: M. Night Shyamalan
Interpretes: Mark Wahlberg, Zooey Deschanel, John Leguizamo
Night Shyamalan inicio (o mejor dicho, recuperó) un sub-género dentro de la ciencia-ficción caracterizado por no mostrar el objeto de las inquietudes o, en algunos casos, de los temores de los personajes de sus películas. Lo que antes (esencialmente en la serie B) era una consecuencia de la limitación de medios (económicos), con este director se convierte en un recurso más. Lo que ya se insinuaba en Señales, aquí se convierte en el leit motiv de la película: personajes enfrentados a un terror invisible. Lo que en aquella era extraterrestres, aquí es un enemigo definitivamente intangible, prácticamente el aire.
El planteamiento de partida recuerda bastante a Suicide Circle (2002), de Sion Sono. Como aquella, El incidente nos deja algunas de las escenas más desasosegantes del cine de los últimos años. Las escenas de suicidios masivos producen una sensación en el espectador bastate singular, acentuada por la manera de filmarlos, casi de coreografiarlos, de Night Shyamalan.
El peor defecto de esta película, y eso sí es sorprendente, es el final. Y eso porque su director se había caracterizado por buscar (casi en exceso, en determinadas ocasiones), la sorpresa final. En ocasiones efectista y efectivamente, como en El bosque; en otras forzadamente, como en Señales; pero siempre buscando el impacto. En El incidente parece como si el director hubiese buscado un final poético que no acaba de convencer.
Con todo una película muy interesante, que eso sí, está en las antípodas del terror explícito que invade las carteleras en los útimos años. Una ciencia ficción reflexiva que nos reconcilia con este género tan maltratado.
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