martes, 18 de septiembre de 2012

Red Lights (Luces rojas) (2012)

título original: Red Lights
director: Rodrigo Cortés
guionista: Rodrigo Cortés
director de fotografía: Xavi Giménez
música: Víctor Reyes
montaje: Rodrigo Cortés
intérpretes: Sigourney Weaver, Robert De Niro, Cillian Murphy
imdb


Rodrigo Cortés fue el responsable de Buried (2010), ese exitoso experimento rodado integramente dentro de un ataúd. Su segundo largometraje, tras Concursante (2007), le abrió las puertas para trabajar con grandes (grandísimas) estrellas como Sigourney Weaver o Robert DeNiro.

Y Cortés ha aprovechado la oportunidad, vaya si lo ha hecho, con una gran película, construida sobre un excelente guión, una dirección memorable y unas interpretaciones perfectas.



Red Lights está protagonizada por dos profesores universitarios, intrepretados por Cillian Murphy (recordado como Scarecrow -el espantapájaros- de El caballero oscuro) y Sigourney Weaver, de la que  cualquier cosa que digamos sería poco, que se dedican a desenmascarar a todo tipo de profesionales del sector paranormal (mediums, psíquicos, etc.), hasta que se encuentran/enfrentan con un enémigo muy peligroso, Simon Silver, interpretado por Robert DeNiro.



El argumento, resumido, no parece especialmente original, pero hay que decir que el guión se desarrollo de forma magistral. Y aquí vence totalmente mi escepticismo; son numerosos los directores más que competentes que pretenden escribir también sus guiones en solitario, y convierten un proyecto prometedor en una pequeña (o gran) decepción (hace poco hablamos acerca de The Innkeepers sobre este tema; y también algo de eso lastraba The Tall Man); en cambio, el guión de Red Lights consigue mantener la tensión y atrapar al espectador.


El aspecto técnico es irreprochable. La dirección és impresionantemente sólida, recordando en algunos momentos, clásicos como Poltergeist, El ente o Al final de la escalera.

Y también es de justicia, realizar una mención a las interpretaciones, perfectas, con el mejor Robert DeNiro de los últimos años, sereno y amenazante, al mismo tiempo.


Y no puedo terminar, sin recomendar especial atención a la excepcional escena de la primera actuación de Simon Silver. Antológica.


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